Cerdo a la cereza (Ying Tao Rou) - Un clásico apreciado en Suzhou
El cerdo a la cereza (樱桃肉), originario de las tradiciones culinarias de Suzhou, en la provincia de Jiangsu, es un clásico muy apreciado entre los platos tradicionales de la región. Este delicioso plato, cuyas raíces se remontan a la dinastía Qing durante la era Qianlong, obtuvo el reconocimiento real y llegó a la cocina imperial. En particular, el Shanyao Jiu Yingtou Rou, un plato de cerdo a la cereza hecho con ñame y cereza, se documentó en los archivos imperiales Qing titulados "Imperial Tea and Meal Records" (《御茶膳房档》).
El distintivo de la Cherry Pork reside en su vibrante color rojo cereza, un atractivo espectáculo visual que promete una deliciosa experiencia culinaria. Su textura se caracteriza por su ternura, suculencia y aspecto brillante. El plato presenta trozos de cerdo redondos, del tamaño de un bocado, que recuerdan a cerezas, dispuestas de forma ordenada. El color recuerda al rojo brillante y seductor de las cerezas, creando un apetitoso atractivo visual.
Para crear esta obra maestra culinaria, el ingrediente esencial es la panceta de cerdo, concretamente la parte grasa. La carne se prepara meticulosamente, con cada loncha cortada para imitar el tamaño y la forma de las cerezas, lo que garantiza una presentación uniforme y visualmente atractiva. Los ingredientes también incluyen verduras de hoja verde, que añaden un elemento fresco y nutritivo al plato.
El proceso de cocción consiste en sancochar la carne de cerdo en agua hirviendo hasta que esté parcialmente cocida, eliminando las impurezas y conservando el caldo de carne para su uso posterior. A continuación, se corta el cerdo en trozos del tamaño de una cereza y se coloca, con la piel hacia abajo, en una sartén con jengibre y cebollas de verdeo. Se añade un sabroso brebaje de vino Shaoxing, azúcar, salsa de soja y condimentos, y se lleva la mezcla a ebullición. El plato se cuece a fuego lento para que el cerdo absorba los ricos sabores. Se introduce levadura roja de arroz en polvo para dar a la carne de cerdo su característico color rojo intenso. Después, el cerdo se cuece al vapor hasta que esté tierno.
En una sartén aparte, se saltean las verduras verdes con los condimentos hasta que estén totalmente cocidas. La carne de cerdo al vapor se dispone cuidadosamente en un plato de servir, rodeada de las vibrantes verduras verdes. El caldo restante se reduce a una salsa espesa, que se rocía sobre el suculento cerdo, realzando su sabor.
La carne de cerdo a la cereza, con su armoniosa mezcla de sabores dulces, salados y umami, ejemplifica el arte y la delicadeza culinaria de la cocina de Suzhou. Este plato tradicional no sólo deleita el paladar, sino que también cautiva la vista, lo que lo convierte en una auténtica joya del rico tapiz de la gastronomía china.